Hola soy María, aunque mi abuelo me llamaba Marí Queteví, canturreando y silbando, ésa era su manera, alegre y tierna, de decir “tequiero”. Y así son los móviles decorativos que hago; hechos con mucho amor y dedicación, artesanalmente y sin prisas (como todo lo bueno), y con materias primas de gran calidad trabajadas a mano desde su origen.

Soy de San Sebastián, pero he vivido en Nicaragua, Madrid y Barcelona. Amo Barcelona, por muchísimos motivos y aquí he formado mi familia. Estoy en un pueblo precioso, Cardedeu, y desde mi casa puedo ver las montañas y oler las estaciones del año pasar. Es un sitio perfecto para dar a luz los móviles que llegan a tus manos.

Me he formado como escaparatista y visual merchandiser, y puede sonar raro pero, haciendo móviles me siento feliz. Lo supe cuando hice el primero estando embarazada de mi hijo Joan. Hice un móvil con un bebé de lana sobre una nube y rodeado de estrellas… cuando lo vi moverse me di cuenta de que tenía que seguir por este camino.

He empezado con el papel y la lana, pero es excitante pensar en las muchas posibilidades que tengo de experimentar con materiales distintos para ofreceros nuevos modelos. Mi cabecita va a toda velocidad. Cada uno de mis móviles tienen el objetivo de ser algo bello, y son fruto de muchas influencias que mezclan, recuerdos, experiencias, olores, sonidos, historias y, por supuesto, el trabajo de muchos artistas y artesanos.

Mi alter ego es Jordi, diseñador y empresario, mi pareja y el padre de nuestro hijo. Él ayuda a poner orden, estética, técnica y razón al festival de ideas que bailan en mi cabeza, y además, es el creador de nuestra página web. Sin él no habría Marí Queteví ni el montón de sonrisas que provocan nuestros móviles.

Juntos os invitamos a que os dejéis llevar por el vaivén de Marí Queteví. Si tenéis dudas o alguna petición personal, sentíos cómodos y libres de poneos en contacto con nosotros vía email. Estaremos encantados de resolver preguntas o de valorar un proyecto personalizado.

Deseamos que Marí Queteví te haga disfrutar viéndolo moverse suavemente tanto como nosotros haciéndolo posible.

Muchas gracias ¡Sonríe!

María y Jordi