Hola soy María, aunque mi abuelo me llamaba Marí Queteví, canturreando y silbando, ésa era su manera, alegre y tierna, de decir “tequiero”. Y así son los móviles decorativos que hago; hechos con mucho amor y dedicación, artesanalmente y sin prisas (como todo lo bueno), y con materias primas de gran calidad trabajadas a mano desde su origen.
Soy de San Sebastián, pero he vivido en Nicaragua, Madrid y Barcelona. Amo Barcelona, por muchísimos motivos y aquí he formado mi familia. Estoy en un pueblo precioso, Cardedeu, y desde mi casa puedo ver las montañas y oler las estaciones del año pasar. Es un sitio perfecto para dar a luz los móviles que llegan a tus manos.